El desarrollo de los niños se da de forma paulatina y evolutiva, comienzan a desarrollar su lenguaje por medio del llanto, y luego con el transcurso de los meses empiezan a sonreír y emiten diversos sonidos, hasta que dicen su primera palabra. Todo esto ocurre durante el primer año de vida, y ya una vez cumplido el año, el niño comienza a estar preparado para hablar, logrando consolidar este proceso a los 3 años de edad. Si deseas conocer más sobre el desarrollo del lenguaje de tu hijo, y las edades en las que deberías esperar que ocurrieran los distintos procesos accede aquí.
A continuación se describen algunos ejercicios para favorecer el desarrollo del lenguaje en el niño después de haber cumplido los 2 o 3 años de edad*, es importante mencionar que además de estas estrategias, cualquier situación o actividad que realice el niño puede ser utilizada como recurso para fomentarle su lenguaje. Estos ejercicios pueden ir variando conforme a los gustos del niño o ante las situaciones que se vayan presentando.
Es imprescindible que en cualquier actividad que se decida realizar, el adulto fomente el diálogo en el menor, por medio de mencionar qué son las cosas, cómo se llaman, para qué se utilizan, formar oraciones con algún objeto, comentar qué le gustó o no del juego, qué hubiera hecho en esa situación, etc.
Asimismo es importante estar al pendiente de la pronunciación de las palabras para irle corrigiendo poco a poco su mala pronunciación. Para corregir una palabra solo basta con repetir la palabra de forma correcta, sin indicarle al niño que lo ha dicho incorrectamente, ni buscando que se dé cuenta del error, ni que él la repita correctamente. Y recuerda que aunque cuando son chiquitos es muy “cuchi” que hablen con ciertos errores de pronunciación, cuando crezcan ya no va a ser tan agradable.
Entre los juegos y actividades que promueven el desarrollo del vocabulario son:
- Jugar lotería, memoria, dominó de imágenes: mencionando qué es cada cosa y para qué sirve.
- Juegos de mesa, juegos didácticos: promueve un lenguaje fluido sobre las acciones a realizar.
- Armar rompecabezas: en donde el niño vaya diciendo qué ve, qué se imagina que va a pasar en el dibujo, quién está dibujado en el rompecabezas, que arme una historia sobre el rompecabezas, etc.
- En el coche jugar: decir colores de los coches, decir palabras, veo-veo, encontrar cosas, etc.
- Hacer una receta de cocina: se van diciendo los ingredientes del platillo, las cantidades, el procedimiento.
- Poner la mesa: en donde él vaya mencionando los cubiertos, los platos, qué comida es, qué falta, etc.
- Al darle instrucciones o explicarle cosas: pedirle que las repita con sus propias palabras.
- Leer cuentos: posteriormente debe haber una plática sobre éste, mencionando los principales personajes, cómo eran, qué les gustaba, qué hubiera pasado sí, inventar un final diferente, etc. Cualquier pregunta o idea relacionada con el cuento que el niño pueda expresarse de forma verbal.
- Ver películas o programas de televisión: así el niño estimula su vocabulario escuchando los diálogos, como a la vez tiene la posibilidad de expresarse cuando se le hacen preguntas relacionadas a estos. Evita programas infantiles en donde los personajes hablen “mal” o tengan una mala dicción, ya que el niño tenderá a copiarlos. (Solo viendo televisión no va a promover el desarrollo del lenguaje)
- Darle 2 o 3 opciones para que pueda decidir lo que quiere comer, cenar o ponerse: el niño tenderá que expresarse verbalmente para decir lo que haya escogido.
- Constantemente estarle preguntando qué son las cosas, qué está comiendo, qué color es, qué le gusta más, cómo le fue en el colegio, etc.
*Cuando los niños son pequeños, y todavía no han comenzado a desarrollar el lenguaje, es importante evitar nombrarle las cosas con diminutivos, ya que el niño solo va a copiar las terminaciones de las palabras y tenderá a nombrarlo todo como “ito o ita”. De igual forma, los ejercicios mencionados anteriormente son de gran utilidad, pero en vez de solicitarle al niño que lo verbalice, deberá ser el padre que verbalice todas las cosas para que así su hijo copie el lenguaje; es decir, el padre será el modelo para su hijo, con el fin que escuche y vaya integrando el lenguaje.
Mtra. Jessica Cival
Julio 2013
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