Palabras Claves: desarrollo, alimentación, estrategias, salud, saludable, comida.
La obesidad es una condición compleja determinada por la acumulación excesiva de tejido graso en el cuerpo, los cual se manifiesta en el aumento de peso, debido a que existe un desequilibrio entre el consumo y el gasto de energía. La obesidad tiene causas multifactoriales, (sociales, conductuales, culturales, fisiológicos, metabólicos y genéticos) es por ello que se habla de una condición compleja, con tratamientos muy variados.
Es por ello, que debemos ante todo evitar que nuestros hijos se tornen obesos. A continuación te ofrecemos algunas estrategias para la prevención:
– Evita mandar a tus hijos a la escuela sin desayunar. El desayuno es la comida más importante de todo el día, ya que pone en marcha el metabolismo. Al desayunar tendrá la energía que necesita para el colegio, y al mismo tiempo, no tendrá hambre.
– Sirve porciones pequeñas. Al servir una porción regular, propias para el tamaño y edad de los niños, y permitir que pidan más si así lo desean, promoverás que los niños puedan identificar su propia sensación de saciedad o llenura.
– Privilegia el consumo de agua. Se acostumbramos a nuestros hijos a tomar agua natural o de fruta sin azúcar, sobre las demás bebida, los niños se acostumbraran y la disfrutaran.
– Disminuye la cantidad de alimentos azucarados. No es necesario eliminarlos, solo reducir la cantidad o sustituirlos por cosas más nutritivas (en vez del pastelito, unas rutas)
– Prepara un delicioso plato de comida. Pero eso sí, debe contener todos los grupos de alimentos: verdura-fruta, cereal-grano, carnes. A demás, utilizar productos diarios sin grasa o bajos en grasa como fuentes de calcio y proteína.
– Establecer horarios de comida. Es importante que los niños sepan la hora a la que comen, ya que su organismo se regula para sentir hambre unos minutos antes de la hora. Si la comida es recibida en horarios variables, el niño va a tener hambre antes de tiempo y comerá cualquier cosa.
– Lunch saludables. Con verdura, frutas o cereales.
– Comer despacio. Esta es la clave del éxito, ya que el cerebro necesita 20 minutos para darse cuenta que está satisfecho y que no necesita comer mas. Es por ello, que si comemos despacio sabremos reconocer nuestra sensación.
– No premies con comida. Para reforzar una conducta o demostrar el cariño, no hace falta el dulce o la golosina.
– Limitar las conductas sedentarias. Los niños no deben ver más de 1-2 horas al día de video/televisión; ya que al no hacer una actividad física su metabolismo comienza a trabajar más lentamente. A demás, limita los refrigerios durante las conductas sedentarias o en respuesta al aburrimiento y particularmente restringir el uso de bebidas endulzadas como refrigerios
– Promover la actividad física y escoger un ejercicio que el niño le guste o le llame la atención, para que éste sea constante y lo vea como algo divertido y no obligatorio. Se recomiendan 60 minutos de actividad física moderada a intensa diariamente
Si su hijo, de 6 hasta 19 años, tiene un peso que supera en más de un 20% el peso medio ideal para su edad, talla y sexo, podría suponer que presenta obesidad. Es por ello, que se recomienda llevarlo con un especialista para diseñar una dieta balanceada.
Si esto es una realidad en tu hijo te recomendamos:
- No te burles de tu hijo o le señales el sobrepeso, mejor motívalo a que haga algún ejercicio.
- No permites que amigos o familiares se burlen, esto le generará una baja autoestima.
- Anímalo a hacer algún tipo de ejercicio que le guste y disfrute.
- No le prohíbas alguna botana a la mitad de la tarde, proponle una opción de botana saludable y baja en calorías
- Vigila la cantidad y calidad de los alimentos
- Determina en qué momentos come mas, así podrás identificar si es por aburrimiento o por hambre.
Mtra. Jessica Cival
Mayo 2012
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