Niños Agresivos

Existen niños que por carácter, forma de ser o situación que han vivido, tienden a reaccionar agresivamente. Estas respuesta comienzan a ser muy molestas, tanto para el niño como para sus padres y demás adultos que están a su alrededor. Pero es una reacción que ya el niño no puede controlar. Llorar

En primera instancia, y lo mas importante, es que tu hijo asista a terapia emocional, con el fin de identificar la causa real de este enojo para poderlo trabajar y así canalizarlo de una forma mas adaptativa.

Pero mientras esto ocurre, tú en casa, y sus docentes en la escuela pueden ir trabajando para ayudar al niño durante estas reacciones. Lo primero es aprender a reconocer cuando el niño está comenzando a ponerse agresivo antes de que su enojo sea tal que “explote” y lastime a otro niño o haga algo que traiga una consecuencia más significativa.

Es necesario que los padres demuestren sensibilidad, empatía y contención emocional en los peores momentos, en vez que pierda el control; por lo que es importante que los padres posean autocontrol y confianza en sí mismos, para poder contener la conducta del niño. Para ello podemos poner en práctica el PROCEDIMIENTO DE “DESESCALADA”:

  • Mantener la calma.
  • Adoptar un tono de voz calmado; pero elevando tu voz.
  • Evitar el uso de comportamientos, palabras o gestos amenazantes.
  • Señalar el comportamiento que observaste sin avergonzar o exagerar, a pesar de la tentación de hacerlo.
  • Muéstrale a tu hijo/a que lo entiendes mediante el reflejo de sus abrumadores sentimientos. Ej: Se nota que te sientes muy enfadado, molesto, preocupado, nervioso, agobiado, etc.
  • Expresar la mala conducta sin regaño/castigo.
  • Evitar amenaza de imponer algún castigo, ya que lo que digas lo debes cumplir.
  • Darle una “opción” para rescatar el momento. Ej: no puedes morder a tu hermano, pero si puedes morder esto (mordedera, toalla, etc).
  • Hacer un comentario hacia el niño que le demuestre que no está solo, que no por su conducta lo vas a abandonar; ya que esto lo ayudará a calmarse y a sentirse seguro.
  • Exprésale que la relación entre tú y él puede repararse.
  • Decirle cual es el comportamiento correcto y/o qué es lo que puede reparar la infracción.

Por ejemplo, tu hijo se enojó porque deseaba un pan sin tostar y tú, sin saber, se lo diste tostado. Tu hijo, entra en cólera y avienta el pan al piso, se baja de la silla y la patea. Tú te levantas, te pones de cunclillas, lo ves a la cara y con mucha calma, pero subiendo un poco tu tono de voz le dices: “no está correcto que avientes el pan ni patees la silla, comprendo que estas enojado porque no deseas comerte el pan tostado, pero puedes decirme que así no deseas tu pan y buscamos una solución juntos. Tu pido por favor que recojas inmediatamente el pan y que lo coloques en el plato para que podamos habla y me explique cómo deseas tu pan.”

Siempre es importante mantener la calma, para poder darle el ejemplo al niño de las conductas que son correctas, y señalarle las que son incorrectas. De esta manera el niño entenderá el ¿porqué? su conducta es incorrecta. Así mismo, es importante verificar si entendió lo que se le expresó, para ello, hagan una reflexión sobre su conducta, sobre lo que pudo hacer y sobre lo que hará en la próxima situación similar que se le presente.

Las conductas agresivas tienen una causa de fondo; realmente no está enojado porque el pan está tostado, es por ello que deben buscar ayuda con un profesional para determinar la razón.

Espero estas estrategias sea de ayuda, y si necesita mayor información estamos a sus órdenes.

Jessica Cival de Asuaje (M.S.)

Marzo 2014

 

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