Mejorar la atención y la concentración en niños Grandes

Palabras Claves: estrategias, atención, concentración, inatención, hiperactividad, Déficit de Atención, TDA, TDHA.

La atención es un elemento básico para promover el aprendizaje de los niños; ya que sin ella, no logramos percibir adecuadamente las cosas que ocurren a nuestro alrededor. Existen diversos juegos y estrategias que se pueden hacer en casa para promover en los niños, mayores periodos de atención y concentración.

De forma general, en casa debemos:

–       Tener horarios y cierta regularidad en las actividades cotidianas como comer, dormir, ver televisión, realizar tareas, etc. Para esto se recomienda hacer un horario escrito (o dibujado) en el cual, el niño haya participado activamente en su elaboración. Con eso, el niño irá autocontrolando y modulando, su conducta y atención.

–       Los padres deben estimular al niño a terminar lo que ha comenzado, inclusive pueden premiar las conductas en las que demuestre constancia y concentración.  No se recomienda castigar al niño ni retarlo por distraerse.

–       Que el niño ayuda en cosas de la casa que requieran ser rutinarias, que tenga que llevar una secuencia

–       Dar instrucciones claras, breves y concisas. Y posteriormente pedirle al niño que repita lo que entendió que debe hacer, esto no solo promoverá que el niño logre memorizar la información, sino que también identificará si su hijo entendió o no lo que debe hacer.

–       Solo en caso de los niños pequeños, los periodos de trabajo pueden intercalarse con periodos de juego, en caso de que el niño se canse o se distraiga con facilidad. Esto favorecerá la calidad de su atención y el niño se motivará al sentir que tiene un tiempo para jugar, además de trabajar o hacer tarea.

–       En el caso de jóvenes y adolescentes, es preferible motivarlos a que hagan primero su tarea, para que después jueguen o salgan. No le permita hacer primero una actividad divertida para él, ya que sino no logrará concentrarse posteriormente en hacer la tarea.

–       Indicarle al niño que cuando finalice sus actividades o tareas, podrá jugar o ver la tele.  Así sabrá que existe una recompensa al finalizar el trabajo.

–       Buscar un área tranquila, sin estímulos que distraigan,  para realizar las tareas o actividades que requieren de mucha atención.

–       Dividir en partes pequeñas las actividades largas. Si ya es un joven o adolescente, aconséjele que divida las tareas adecuadamente en su agenda, para que no todo se le acumule en un solo día. Y si es posible, que haga las tareas apenas se las manden.

–       Anticiparle sí va a haber algún cambio en su rutina o ante diversas actividades.

–       Enfatizarle lo que se espera que haga en las actividades.

 

Los jóvenes o adolescentes que presentan dificultades en la atención y concentración, por lo general tienen baja autoestima; ya que al no poder lograr realizar una actividad ni adquirir un conocimiento como el resto del grupo, se sienten incapaces afectando así su autoestima.

 

El autoestima es la apreciación y valoración de sí mismo como el resultado de las experiencias individuales y de las relaciones interpersonales. Puede entenderse como el conjunto de sentimientos y creencias relacionadas con la valía propia y el sentido de competencia personal, al igual que con la habilidad  para enfrentar y superar retos, para aprender tanto del éxito como del fracaso y para tratar a otras personas y a sí mismo con respeto.

 

El autoestima es determinante para el desenvolvimiento en la vida cotidiana: Pensamientos, acciones, sentimientos con respecto al individuo mismo y a los otros, e influye en la capacidad para alcanzar las metas propuestas. Una alta autoestima hace que el individuo esté en disposición de llevar a la práctica sus potencialidades, pero si es baja, se considera inaceptado, incompetente y desvalorizado.

 

atencion y concentracionPadres y educadores tienen un papel muy importante en el establecimiento del nivel de autoestima de los niños, pues la conformación de su auto-imagen estará determinada por la calidad de experiencias que sirven en su medio principalmente educativo y familiar. Oportunidades de logro, respeto a sus diferencias, niveles de expectativas realistas, estímulo y reconocimiento del esfuerzo, son aspectos fundamentales para generar pensamientos y sentimientos positivos hacia sí mismo que será determinante para el logro de sus propias metas.

 

Los padres y educadores son elementos fundamentales en el rompimiento del ciclo del fracaso a que  se enfrentan muchos niños.  Muchos no logran llegar a desarrollar sus habilidades y fortalezas no por falta de capacidad sino por falta de oportunidades para desarrollarlas, por tanto la familia y el sistema educativo tiene un gran compromiso en la determinación del rumbo de esta realidad.

 

Para elevar el nivel de autoestima, es necesario pensar positivamente y además agregar algunos ingredientes:

  • ACEPTACIÓN: Es necesario identificar y aceptar las debilidades y fortalezas de estos niños.
  • AYUDA: Establecer metas que el niño sea capaz de alcanzar garantizándole  éxito en las mismas.
  • ELOGIO: Expresarle verbalmente al niño los logros alcanzados, por más pequeños que éstos sean. Nunca elogie algo que no fue realizado de forma adecuada, ya que el joven sentirá que le está mintiendo.
  • INTERESES: Incentivar sus intereses integrándolos en actividades extracurriculares como la música, el arte, el baile, el teatro, etc.
  • RECONOCIMIENTO: Ayudarles a reconocer sus propios errores y también a  aprender de ellos fomentando el autoconocimiento.
  • CONFIANZA: Enseñarles a quererse y respetarse tal como son sin pretender ser nadie más.
  • RESPONSABILIDAD: Otorgar responsabilidades en la escuela y en la casa, siendo exigente en su cumplimiento.
  • ORIENTACIÓN: La sobreprotección genera un sentimiento de incapacidad, es importante apoyar a los niños pero no sobreprotegerlos asumiendo sus responsabilidades.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*