Una vez establecidos los límites en casa de forma adecuada, con amor, respeto y siendo firmes, podemos observar que en ocasiones todavía nuestros hijos presentan algunas conductas disruptivas. Es por ello que a continuación se describen las estrategias recomendadas para trabajar las conductas inadecuadas que presenta el niño:
- La autoridad en casa son los padres, y los niños deben de saberlo. Por lo que los primeros en respetar el límite deben de ser los padres, es importante que actúen acorde al mismo, para no educar con mensajes contradictorios. Es decir, no podemos hacer respetar un límite hoy y dejar que sea roto mañana.
- Poner consecuencias lógicas sobre la acción que haya sucedido y siempre haciéndola cumplir. Por ejemplo: sí el niño tiró la comida, el niño será quien la deba levantar y limpiar, no importando el tiempo que esto le lleve. Recuerde que NO debemos implementar castigos, sino consecuencias relacionadas al acto negativo que cometió el niño. Sí la llamamos castigo, el mensaje que el niño entenderá es que debido a que ustedes son la autoridad lo debe de respetar sin tener ninguna explicación a cambio, creando sentimientos de rencor. Sin embargo, si es una consecuencia, el niño comprende que toda acción tiene una reacción y él tiene una responsabilidad para asumir lo que hizo.
- No crear situaciones de inconsistencia con los niños, ya que les creamos inseguridad. Es importante que los padres estén de acuerdo en la forma en que se va a educar al niño, ya que de lo contrario el niño comenzará a recibir dobles mensajes y no sabrá a quien hacerle caso. En caso de no estar de acuerdo, procurar discutir dicha situación en privado.
- Asimismo, es importante explicarle al niño, cuáles códigos de conducta son permitidos y cuáles no, para que poco a poco vaya adquiriendo la capacidad para reflexionar sobre sus conductas y las entienda.
- Platique continuamente con su hijo, interésese por lo que hizo en el colegio, por cómo le fue en el parque y cualquier otra situación. Aproveche un momento del día (la hora de la comida, en el coche cuando lo va a buscar de la escuela, etc.) para dedicarle su atención a lo que le tiene que decir. Esto va a fomentar el dialogo y las interacciones positivas en casa. De igual forma, esto abrirá un canal de conversación, en el cual su hijo los escuchará atentamente y así podrá acceder a ellos.
- Explíquele a su hijo lo que sucede, ya que ellos entienden todo lo que pasa a su alrededor, aunque sean pequeños. Si se les da la información sobre lo que pasa, ellos podrán comprenderla y no hacerse fantasías sobre el hecho. Esto promueve que baje la ansiedad y que se sientan más seguros, por lo que tendrán conductas más consistentes.
- Enseñar al niño a usar el lenguaje verbal de forma adecuada para negociar acerca de lo que necesita. En un inicio enséñelo, verbalizando su sentimiento o necesidad, e indicándole que no puede agredir. Es importante validar los sentimientos del niño, es normal que se sienta enojado, triste, frustrado, cetc. Escuchar lo que dice, estableciendo un límite de tiempo, para que esto no deteriore su relación.
- Ignorar comportamientos inapropiados menores, que no representan una amenaza, que no ameriten una consecuencia. Funciona para conductas como: molestar, quejarse, hacer pucheros, aburrirse, etc.
- Reforzar conductas positivas inmediatamente, por medio de elogios o cariño. Si esto se hace comúnmente, y evitamos solo señalar lo negativo, va a promover que el niño realice más las conductas positivas porque busca continuamente la atención de sus padres.
- Si su hijo es muy activo asignarle tareas continuamente, que impliquen un reto para el niño, pero que sea capaz de lograrlas y reforzarle el logro. De esta forma se mantendrá realizando algo y no tendrá que crear situaciones propias para no aburrirse.
- El niño debe aprender a llevar a cabo las conductas que se esperan de él, una buena forma de hacerlo es explicarle lo que ustedes esperan de él.
De igual forma, existen actividades específicas que se pueden hacer para motivar el autocontrol. Estas actividades no proveen de un cambio en la conducta de su hijo de forma inmediata, por lo que debe aplicarla y probarla por un mínimo de 2 meses antes de descartarla. A continuación se expondrán las propuestas:
Tabla conductual para hábitos: Reforzar las conductas positivas en casa por medio de una tablita. Los padres, junto con su hijo, determinan qué acciones el niño debe hacer durante el día, y se escriben en la tablita (para promover la motivación en el niño se le puede pedir que él lo escriba o que haga un dibujo sobre lo que debe hacer). Dicha tabla debe contener los días de la semana. El propósito de la tablita es hacer una reflexión diaria sobre las acciones que realizó el niño y las que debió realizar, para ello, diariamente, los padres junto con el niño leerán cada una de las acciones que están en la tablita, y le pegaran una estrellita por cada conducta realizada. Es importante hacer una reflexión con cada acción, para reforzar la conducta, por ejemplo: Crees que hiciste tu tarea adecuadamente?, si, por que …. entonces mereces una estrellita. En caso de no realizar la conducta o la tarea esperada, también se realizará una reflexión con el niño, para que el pueda entender el por qué no merece la estrellita. NUNCA se deberán quitar las estrellas ya ganadas.
Realizar un juego en familia: Jugar con el niño juegos que impliquen el seguimiento de reglas, que tenga que esperar su turno, que promueva la atención y la concentración (memoria, juegos de mesa, juegos en equipo) va a ayudar al niño a fomentar la tolerancia y para que aprenda a convivir en un grupo, no siendo él siempre el que gane. Es importante, que este momento de juego sea rutinario y en familia, y que no se generen problemas o disgustos durante el juego.
Permitir espacios de esparcimiento: si la rutina, estructura y regla son muy importantes, un período de esparcimiento libre, donde el niño pueda jugar en un espacio abierto (parque, plaza, etc.) el cual sea seguro y al mismo tiempo pueda quedar libre para jugar a lo que se le plazca, le permitimos que libere su imaginación y sus impulsos. (Ej: verás a tu hijo, pegarle a un árbol con una rama; mientras tu hijo imagina que ese árbol es un gran dragón del cual hay que defenderse)
Tiempo fuera: Se puede utilizar la técnica del tiempo fuera por pocos minutos, solamente cuando es necesario que el niño deje de realizar cierta conducta en ese momento. Es importante designar un espacio para este tipo de consecuencia en la casa, en la que el niño reciba poca estimulación, para que pueda analizar lo sucedido.
Esperamos que estas estrategias les puedan ayudar, y les recordamos que estamos a sus órdenes para cualquier duda.
Jessica Cival de Asuaje (M.S)
Agosto 2012
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